Asesoramiento financiero: ¿Cómo sé cuál es mi perfil inversor?

Equipo de Multitud
PARA BANCO SANTA FE

A partir de una serie de preguntas ya establecidas, las entidades bancarias y financieras determinan las características y definen la cartera de inversión ideal para cada cliente. Vamos a conocer estas pautas.

Crear un perfil en cualquier red social permite establecer un parámetro de tus gustos, actividades y preferencias para obtener el contenido que más te gusta o bien, relacionarte con personas que tengan los mismos intereses.

Lo mismo sucede cuando se habla de un “perfil inversor”. Por definición, se trata de un conjunto de características que definen la forma en que una persona quiere invertir su dinero, y sobre todo, las expectativas que tiene esa persona con respecto al retorno que genere su inversión.

Es por esto que, al momento de invertir, cualquier entidad bancaria, asesor financiero o broker (mayorista de inversiones), comienza la relación con una serie de preguntas para establecer este perfil y evaluar las distintas alternativas y generar un “match” entre tus expectativas y las opciones que ofrece el mercado.

Rendimiento y riesgo

Las primeras preguntas suelen estar orientadas a definir el rendimiento esperado y el riesgo que estás dispuesto o dispuesta a tomar con tu inversión. Y en este sentido, la primera pregunta siempre suele ser la edad. Mientras que las personas más jóvenes suelen buscar rendimientos mayores en menor tiempo, a medida que pasan los años, se cree que lo que se busca, más que un gran "golpe de suerte", es una renta previsible y con crecimiento constante.

Pero el rendimiento también está pautado por la cantidad de dinero a invertir. Y en este caso se suele contemplar desde los ahorros: “¿Qué porcentaje de tus ahorros estás dispuesto a invertir?”, preguntaría el asesor financiero. Esta duda suele bajar a tierra el primer impulso inversor y llevar el perfil a un planteo más realista y orientado a la posibilidad de ahorro de cada persona.

Horizonte y liquidez

Establecidos el rendimiento y el riesgo dispuesto a tomar, las siguientes preguntas están más bien orientadas al momento en que se espera obtener ganancias y la cantidad a obtener. En general, cuánto más tiempo se deje el dinero en una inversión, mayor será el rendimiento. Pero lo cierto es que no todas las personas están dispuestas a invertir su dinero por más de seis meses o hasta más de un año, sin poder acceder a él, sin tener la posibilidad de retirarse de la inversión antes del tiempo pautado o sin obtener ganancias en el corto plazo.

De estos puntos, que suelen estar planteados en entre diez y doce preguntas, surge el famoso “perfil inversor” que en grandes rasgos, suele dividirse en tres categorías u opciones:

Perfil conservador

Prefiere la estabilidad y la seguridad. En general apuntan a carteras con opciones poco variables y que garanticen un retorno de inversión estable en el largo plazo. En general, para este tipo de perfil se suelen recomendar herramientas de inversión de renta fija, es decir, que generen un interés mensual o anual ya establecido, como suelen ser los plazos fijos ya sea en moneda local o moneda extranjera.

Perfil moderado

Es el que está dispuesto a aceptar un poco más de riesgo y tolerar alguna que otra pérdida en pos de una ganancia mayor o de un “golpe de suerte”. Este perfil, tolera algunas pérdidas mientras no sean abruptas. Los fondos comunes de inversión (FCI) suelen ser una buena opción, ya que están pensados para combinar herramientas de renta fija, como pueden ser los plazos fijos, y otras de renta variable, como las acciones.

Perfil agresivo

De mayor riesgo, es el que está dispuesto a todo. Además, suele ser una persona informada e interesada en el mundo financiero y en el mercado de capitales. En muchos casos, suele estar dispuesto a afrontar pérdidas de capital en el corto plazo, priorizando una gran ganancia en el largo plazo. Este perfil suele orientarse por opciones con renta variable, es decir, en las que ni el capital ni la rentabilidad están garantizadas.

Los especialistas en inversiones que promueven la inclusión financiera sugieren que al momento de pensar en invertir, se debe hacer una prueba piloto y promueven hacer una pequeña inversión para evaluar las reacciones y entender qué riesgos se pueden asumir y fundamentalmente conocer la tolerancia a las variaciones y fluctuaciones del mercado.