EDUCACION FINANCIERA

Seguridad Bancaria

Seguridad bancaria: trucos y recomendaciones para proteger tus cuentas

Hoy en día, con la masificación de las comunicaciones a través del acceso a internet, dispositivos móviles y redes sociales, han aumentado exponencialmente los intentos de fraudes y robos de información bancaria. Es por eso que acá te dejamos una serie de consejos útiles para que puedas reforzar la seguridad de tus cuentas y así proteger tu patrimonio de posibles estafas.

Conocé qué información podés compartir y cuál no

Este es un punto fundamental para empezar a tener una “conducta segura” y evitar que tus datos sean vulnerados. Hay información que podés compartir con otras personas sin que esto genere un perjuicio, por ejemplo tu número de cuenta, el CBU o el ALIAS. De hecho, estos datos son los que van a necesitar otras personas a fin de realizarte pagos o transferencias. Es importante saber que con estos datos el daño que le pueden hacer otras personas a tu cuenta es mínimo: a lo sumo, con el CBU una empresa puede adherir un débito a tu cuenta, pero esto es algo fácilmente solucionable y tampoco es un hecho tan frecuente. Así que podemos concluir que es relativamente seguro compartir estos datos.

Por otro lado, existe información que bajo ningún concepto tenés que compartir con nadie. Para empezar a hablar, tus contraseñas: la del cajero automático y la del Home Banking. Prohibido. Te diríamos que no lo hagas ni siquiera con personas con las que tenés mucha confianza. Son datos muy valiosos porque ofician como “puerta de entrada” a tus cuentas.

En este sentido, es vital que consideres una cosa y no la olvides: los bancos NUNCA te van a pedir estos datos. Ni a través del teléfono, ni cuando te acercás a una ventanilla ni vía correo electrónico. Si recibís un mail supuestamente del banco pidiéndote tu clave, es muy probable que te estés enfrentando a una estafa muy común: el “phishing”. En ese caso, simplemente eliminá el mail. No contestes ni envíes ningún tipo de información.

Tampoco se debe compartir el código de seguridad de la tarjeta de débito, que son los 3 dígitos que suelen estar en el dorso del plástico, ni los códigos de seguridad que se reciben por mensajes de texto a los celulares. Aunque nuestra recomendación es que no compartas ninguno de los datos de tus tarjetas ni siquiera el formato en el que figura tu nombre. A veces, los bots de internet (que son programas que constantemente están ingresando códigos de manera automática para tratar de encontrar la secuencia correcta de una contraseña) necesitan cualquier dato para que se les facilite el trabajo.

Protegete cuando usás Home Banking

A la hora de realizar ciertos trámites a través de tu Home Banking, es importante que consideres algunas cuestiones para evitar exponer información sensible.

En primer lugar, tratá de no usar Home Banking en lugares públicos, como aeropuertos, cafés o parques, ya que en esas redes puede haber presencia de keyloguers, que son programas que copian tus claves y otros datos ingresados.

A su vez, deberías prestarle atención a la seguridad de los sitios web. Cuando ingreses a una página, revisá que su dirección comience con “https”. Esto quiere decir que ese sitio cuenta con un certificado digital que confirma su autenticidad: toda información que introduzcas (o recibas) viajará cifrada por internet con el aval de una autoridad que ha confirmado la legitimidad del sitio. Si hacés clic en el candado cerrado que se muestra a la izquierda del navegador vas a poder corroborar la información de la Certificación Digital y el tipo de encriptación de esa web.

Por otro lado, es recomendable que tu acceso a Home Banking no sea mediante buscadores de internet. Para eso, algo que podés hacer es guardar la dirección en Favoritos (o marcadores) de tu navegador. Además, cuando ingreses, siempre verificá que la dirección sea la oficial del banco.

En caso de acceder a través de tu teléfono móvil, te recomendamos hacerlo siempre vía la app oficial de cada banco.

Podés aplicar estas recomendaciones también cuando te intentas comunicar con otras entidades a través de páginas web o teléfono para realizar consultas o reclamos (por ejemplo, Mastercard o Visa). Verificá siempre que sean sitios y líneas de teléfono oficiales.

¿Qué tan segura es mi contraseña?

Tener una contraseña segura es como contar con una cerradura reforzada en tu casa. Por esa razón es importante que seas muy consciente en el diseño de tus contraseñas y que a su vez las gestiones de manera correcta.

Una clave segura debería tener una combinación de letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos, siempre que el sistema lo permita. Y estamos hablando de mezclas sólidas, con elementos que no sean tan comunes. Un truco interesante es reemplazar la letra A por el símbolo @: esto tiene que ver con que a los bots mencionados anteriormente se les hace difícil acceder a ciertos caracteres especiales y este es uno de ellos.

A su vez, cuanto más extensa sea la contraseña, más complicado será que la descubran. Así que recordá que en este caso, más es mejor. Y de más está decir que deberías evitar ciertas obviedades como fechas relevantes (tu cumpleaños, el de tus hijos) o secuencias de números (el clásico “1234”). Las contraseñas de este estilo son las más hackeadas del mundo.

Por último, no uses la misma contraseña para diferentes cuentas (sobre todo si son de alto riesgo, como las de Home Banking) y no te olvides de cambiar tus claves periódicamente. Es un ejercicio que recomiendan los expertos en todo el mundo.

Cómo gestionar tus contraseñas

Respecto de la gestión de tus contraseñas, es un punto tanto o más importante que lo mencionado anteriormente. De nada sirve tener contraseñas muy seguras si no las vas a recordar. Por esa razón, SIEMPRE procurá tener un backup de tus claves en algún lugar seguro o en un formato analógico, como una libreta de papel (si elegís esto, intentá guardarla en una caja de seguridad). Y si no confiás en tener las claves anotadas, podés utilizar algún gestor de contraseñas: hoy en día, internet ofrece muchos muy recomendables y seguros. Algunos incluso te ofrecen la posibilidad de generar contraseñas probadas para que no tengas que pensarlas vos. Y podés llevar el registro a todos lados, a través de la App del gestor, que está protegida con una contraseña madre (¡que nunca te tenés que olvidar!).

La seguridad bancaria es una cuestión que hay que tomar muy en serio. Para hacerlo, hay muchas pequeñas cosas que podés aplicar en tu día a día y que, sin dudas, van a evitar que puedas enfrentarte a un mal momento o perder patrimonio. Si sospechás que tus datos bancarios fueron expuestos a terceros, cambiá tu contraseña desde el botón “Blanquear contraseña” en Home Banking. Si crees que fuiste o podés estar siendo víctima de una estafa, comunícate al 0800 444 6273 del Banco Santa Fe